jueves, 9 de agosto de 2012

UNA ÚNICA Y HERMOSA PROPOCIÓN


Escribí este fic en una sola noche. Un One-Shot. Fue un momento de inspiración. Amo estos momentos. Las horas me pasaron volando. A las 4:30 de la madrugada dejé de escribir y hoy escribo la PD. Espero que os guste el fic. Lo he leído una y otra vez. Y a mí me gusta. A lo mejor es porque lo escribí yo. Pero me gusta. Amo escribir. Disfrutar de él. Por favor, dejar vuestros pensamientos después de leerlo. Deseo saber lo que pensáis sobre  lo que escribo. Gracias por leer “FICS Geo”. ^.^


UNA ÚNICA Y HERMOSA PROPOCIÓN

Siempre pensé que este día jamás tendría que llegar. Puede que lo pensara, pero no quise reconocer que cosas como estas pasan por mi cabeza. ¿Es algo malo? ¿Es algo bueno? ¿Por qué tengo que hacer esto? Después de todo por lo que ya hemos pasado. Pensé que todo lo malo había acabado, en aquel día, en el que “ellas” me dieron su visto bueno. Las cosas nunca salen como las planeo. Las cosas que me pasaron no son casualidades de la vida o el destino. Las cosas pasan porque pasan. Y punto. Nada de lo que me ha pasado, lo he buscado yo. Esas cosas pasadas me han buscado hasta dar conmigo. Nada de esto acabará. Jamás. Porque me buscaron y me encontraron. Ahora no puedo dejarlas de lado. He tomado mucho cariño a las cosas que sucedieron. Sin ellas no hubiese sido lo que en un día llegue a ser. Sin ellas yo no sería quien soy. Sin ellas yo no sería lo que en un futuro, seré. Sin ellas no soy nadie. Por ellas encontré al amor de mi vida. Por ellas el amor de mi vida me mostro lo que era, lo que es y lo que será el amor con él. Por ellas, por ello, por él… Y por mí. No me arrepiento de nada de lo que en un su día pasó. De lo en que hoy va a pasar. De lo que en un futuro sucederá. No me arrepentiré jamás. Porque te amo. Te amo. Te amo. Te amo…

-          ¿Estás lista? En diez minutos salimos. –Me estaban avisando. Sinceramente. No estoy lista para esto. Jamás estoy lista para nada. Porque yo no busqué esto. Esto me busco a mí. Y aquí estoy. A pesar de no estar lista. A pesar de tener miedo…
-          Estoy lista. –Dije sonriendo. Pero… Mentí. ¿Quien en su sano juicio dice no estar lista cuando estas a punto de salir en escena?
-          30 segundos. –Gritaron. ¿Quién? No lo sé. La verdad es que tampoco me importa. Estoy muy nerviosa como para ponerme a buscar al que dio ese aviso.
-          10 segundos. –Me levante. Nunca había estado tan nerviosa como hoy. Mentira… La vez en que estuve más nerviosa fue, cuando él, el amor de mi vida y yo, anunciamos nuestro amor en una rueda de prensa. Oh! ¿Os he dicho que soy una escritora famosa?
-          5… -Que martirio… Que desesperación. Ahora harán cuenta atrás… Odio este momento de suspense…
-          4, 3, 2, 1. ¡Listos! –¡NO!
-          ¡Hola, hola! Hoy estamos aquí para entrevistar a una muy reconocida famosa. En muchos países de este, nuestro hermoso mundo. –¿A qué viene tanta emoción? Con el mundo… -Por favor, darle un fuerte aplauso a nuestra hermosa escritora… ¡Maru-Chan!
Hoy todo es “hermoso”. Sonreí. Tengo que sonreír. Pensé… No tenía ganas de salir aquí y responder a preguntas, que a mi parecer son incoherentes. ¿Esto es bueno? ¿Esto es malo? ¿Estoy mintiendo? No tengo ganas de hacer esto. Hace meses que no nos vemos. Y ahora… Tengo que hablar de él. Me pene muy triste. Hablar de una persona que desde hace, para mí, una eternidad que no nos vemos.

-          Maru-Chan. ¿Hay algo que quieras decirle al público que hoy está aquí?
-          ¡Oh! Claro. Primero que nada… Me gustaría decirles a ustedes, que hoy están aquí conmigo. Y a los que están viéndome desde sus casas. Que agradezco mucho. Con todo mi corazón. Que me apoyen y que me quieran. Les estoy muy agradecida a todos. Porque es gracias a ustedes, que hoy. Estoy aquí. Y estoy muy contenta por ello. –Otra mentira… No estoy contenta. Sonrío. Cuando ahora mismo tengo ganas de llorar.-
-          Hehe. Bueno, dinos Maru-Chan. –Allá vamos.- Nos hemos enterado de que tu libro se ha vendido muy bien y rápido… Muy rápido. Hoy estamos haciéndote una entrevista desde aquí. En Corea del Sur. ¿Cómo te sentiste? Al recibir esta grata noticia. De tener fans no solo en tu país de origen. Si no también aquí. En un país, en el cual hablan un idioma totalmente diferente al tuyo.
-          Hahaha. Si cierto. Un idioma totalmente diferente al mío. La verdad es que fue, como usted bien ha dicho, una grata sorpresa. Amo mucho este país. Y al enterarme de que mi libro fue vendido con éxito aquí también y que los ejemplares se agotaron muy rápido. Reaccioné muy ruidosamente. Hahaha.
-          ¿Ruidosamente?
-          Si, verá. Mis compañeros y yo, estábamos cenando en un restaurante, cuando con una llamada de mi representante me lo notificó. Grité y lloré a más no poder. Mis compañeros gritaban y lloraban conmigo. La gente del restaurante se nos quedó mirando de mala gana. Ya que era un restaurante lujoso, no era normal un comportamiento así.
-          ¿Y qué pasó?
-          Nos echaron del restaurante. Hahaha. Felizmente pedimos perdón. Y al enterarse de quién era yo. Los del restaurante salieron y nos pidieron perdón a nosotros, por habernos echado de allí. Fue una experiencia muy divertida que nunca olvidaré.
-          Si, solo con oírlo la gente se está riendo.
-          Hahaha. Lo más gracioso es que una semana después de tal acontecimiento, mi representante me llamó y me dijo que me querían aquí, esta noche. Al enterarnos, todos lloramos y gritamos… Estando en un restaurante. Hahaha.
-          Hahaha. ¿Y en el mismo restaurante?
-          No. Hahaha no hemos vuelto al anterior restaurante, y al segundo tampoco volvimos. No queremos tener mala fama. Hahaha.
-          Hahaha. Eso es bueno. Que te hiciera feliz venir aquí. A nosotros nos hace aún más feliz.
-          Si. Estoy muy feliz. –No sé si en mi rostros se notó la tristeza que sentí al decir esas palabras tan hipócritas. Odio a la gente mentirosa. Entonces me odio a mi misma por mentir. No es, que no esté  feliz de estar aquí. Pero estoy muy triste y no puedo decirlo. Eso me pone, aún más triste.-
-          Dejando a un lado todo lo de tu libro. Nos hemos enterado de que tienes un novio coreano.
-          ¿Ah? –No me lo esperaba tan rápido.-
-          Hahaha. ¿Te sorprendió mucho mi pregunta?
-          La verdad es que sí.
-          Oh… Bueno dinos. ¿Cómo es que tienes una relación con una persona de un país lejano al tuyo?
-          La verdad… No lo sé.
-          ¿No lo sabes?
-          No.
-          ¿Cómo es eso?
-          Tampoco lo sé. Hahaha. Es solo que me enamore.
-          ¿Cómo y cuándo te enamoraste?
-          ¿Cuándo? En un concierto. ¿Cómo? Siempre he dicho que esto es algo que las fans de mi persona especial. Querían tener como recuerdo especial.
-          Entonces… ¿Cómo fue que pasó?
-          Fue algo… que jamás, por mucho que quiera o por mucho que otro me suplique jamás… Jamás podré olvidar. ¿Querías oír mi historia?
-          Si… Queremos. Estamos deseando oírla.
-          Es muy larga.
-          No importa, cuéntanosla.
-          Bueno… Yo recién publicaba mi primer libro. Y para celebrarlo mis compañeras decidieron regalarme un viaje de vacaciones, por supuesto que con ellas, a un país al cual siempre desee ir, pero nunca me atreví a ir sola. Corea del Sur. Mis amigas deseaban tanto ese viaje… Yo en ese momento no quería ir. Porque tenía problemas… sentimentales. Pero ellas me insistieron. A pesar de que las odié durante mucho tiempo por ello. Ahora se los agradezco todos los días. Ellas sabían mucho sobre el país, cultura, idioma… sobre famosos de moda en ese tiempo. A mí los famosos no me interesaban, a mí lo que me gustaba e interesaba era la cultura e idioma del país.  Pero estando allí habían carteles por todas partes diciendo que habría un concierto de un grupo llamado TVXQ! Ellas deseaban tanto ir… Yo no quería, no me sentía con ánimos de ir a  un concierto en el estado en el que yo estaba. Pero insistieron. Y yo, accedí. No quería hacerles el feo después de haber llegado hasta allí. Fui con ellas. Ellas quisieron comprar entradas VIP. Las compramos. No me importo. En cuanto se pudo acceder a las compras de entradas. Ellas fueron las primeras en hacerlo. Supongo que fue pura suerte. No sé.
-          O el destino…
-          No creo en el destino. Las cosas pasan por que pasan. Y punto… Ellas eligieron entradas en primera fila justo en medio para poder ver a los 5 integrantes sin tener que girarse mucho. Cuando el día tan esperado del concierto, llegó… Ellas me traspasaron su emoción, que hasta yo me puse nerviosa cuando estábamos a punto de entrar al recinto en el cual se realizaba el concierto. Nos sentamos a esperar. Yo estaba a punto de dormirme cuando las luces amarillas se apagaron y se encendieron unas verdes. Me sorprendí. Mis ojos se abrieron tanto que era imposible no prestar atención. Cuando escuche la melodía de la canción, la reconocí enseguida. Ya que mis amigas  siempre escuchaban canciones de este grupo. En cuanto los integrantes comenzaron a salir. No pude evitar poner toda mi atención en ellos. Evaluándolos con la mirada a cada uno de ellos. Una y otra vez. Mientras bailaban y cantaban, con tanta pasión… Una pasión que nunca había visto en alguien más que no fuese yo. Sentí la misma pasión que siento al escribir. Esa pasión hizo que me enamorara de esa música, de esas voces, de esos 5 chicos. Mi mirada los recorría una y otra vez. Cuando desaparecían del escenario, era tal mi desesperación por querer que aparecieran de nuevo… Que sentía que mi corazón dejaría de latir en cualquier momento si ellos no aprecian otra vez en ese escenario. Aparecieron de nuevo, y mi corazón latía con tanta fuerza que no pude hacer otra cosa más que llorar… La gente a mí alrededor gritaba, cantaba, saltaba… y yo… lloraba. No podía hacer nada más que llorar. Como si la canción fue triste, lenta o rápida y movediza. Yo lloraba fuese cual fuese su melodía o ritmo. Estaba llorando allí de pie, sin inmutarme… Llegó el momento en el que ellos se ponían a hablar. Lo entendía todo ya que estudie su idioma porque me gustaba. Se reían, bromeaban entre ellos como si gente cercana a ellos estuvieran allí. Pero todos o al menos la mayoría eran desconocidos para ellos. Había ido a muchos conciertos, pero en ninguno había llorado, en ninguno sentí la pasión que sentí en ellos. Como las luces del escenario se encendieron y ellos no se movían mucho. Los pude ver bien, mi mirada… aunque quisiera, no la podía apartar de uno de ellos. Me quede observándole. Como si estuviese hipnotizada. No podía dejar de mirarle. No quería dejar de mirarle. –En este momento me estoy emocionando, explicando las cosas como si las estuviese viviendo en mi mente.- De repente, uno de ellos me miró, me observo detenidamente. De arriba, abajo.  De abajo, arriba. Nuestras miradas se encontraron. Nadie se dio cuenta de de ello. Lo que para él y para mí, había durado horas, para los demás duró un minuto. Puede que menos. Pero para mí fue el momento más feliz de mi vida. Uno de sus compañeros le topó con el hombro disimuladamente para que hablara. Yo noté como él no quería apartar la mirada de mí. Apartaba la mirada, y al instante volvía a encontrarse conmigo. Después de eso. Nuestras miradas se encontraron muchas veces durante el concierto. El concierto se acabo y yo seguí atónita. No podía, no quería salir del recinto. Estaba en otro mundo. Mis amigas se rieron, y me preguntaron. ¿Ten han gustado verdad?... Y tú, que no querías venir. Hahaha. Venga vamos… Volvimos al hotel. Al día siguiente… Querían cenar. Pero fuera. Yo todavía estaba… en la nada. Prácticamente me arrastraron. Me llevaron a un montón de lugares. A los cuales no les preste ni la más mínima atención. Excepto a uno de esos lugares. El estaba allí. Aquel chico del concierto. Que tan tontamente me hipnotizó. Estaba allí riéndose con sus amigos. Estaba allí. Allí… En el mismo restaurante al cual mis amigas querían entrar. Yo entre. Arrastrada como anteriormente. No podía moverme. Mi cuerpo se paralizo al ver tanta hermosura en una sola persona. Aquel chico de pelo negro. Con aspecto afeminado… Fue la primera vez en toda mi vida en la que yo. Una persona que no creía en el amor… Me enamoré. El no se percató de mi presencia o al menos eso creí yo hasta ese momento. Ese momento. Ese momento en el que yo me dije a mi misma que me olvidara, que esa persona era inalcanzable para mí. Justo en el momento que volvía a la realidad. Justo en ese momento en el que yo comencé a reírme felizmente con mis compañeras. Justo en ese momento, él se aceraba a mí. Cuando pude darme cuenta el estaba parado enfrente de nosotras. Mirando a todas, menos a mí. El les pregunto. ¿Habláis coreano? Todas nerviosas respondieron, que sí. El sonrió aliviado por haber obtenido una respuesta positiva y miro a sus compañeros diciéndoles que si con la cabeza. El hizo otra pregunta. Esto…. ¿Queréis compartir mesa con nosotros? Mis compañeras contestaron riéndose, mientras decían que nostras éramos seis y ellos cinco. Yo me levanté y dije que no se preocuparán por eso. Que yo tenía que hacer una llamada. Él bajo la cabeza. Acto que en ese momento no entendí. Llamé a mi madre, para contarle lo sucedido. Noté como él me miraba. No quise prestarle mucha atención. Seguí hablando con mi madre, un largo rato. Acabe llorando. Porque como ya he dicho, yo en ese momento tenía problemas sentimentales, y no me gustaba decir que me había enamorado de un desconocido, cuando no podía ni siquiera podía sentir un amor similar por el cual hace unos días era mi novio. Pero se lo dije a mi madre, ella me entendió y me apoyaba. Quería abrazarla. Necesitaba un abrazo con amor. Un abrazo que solo podía darle a mi madre. Eso fue lo que me hizo llorar. Colgué el teléfono. Seguí llorando allí sentada. Sin hacer ningún ruido. Solamente lloraba con lágrimas. No me importaba nada en ese momento. Igualmente mis compañeras no se enteraban de nada, estaban muy centradas en otra cosa. Sentí una mirada con tristeza. Miré hacia donde estaba. Me di cuenta de que él estaba apartado. Mirándome. Me levante. Quería dirigirme hacia él. Y di unos pasos. El movió una pierna señalando que estaba atento. Pero me paré y salí del lugar. Escuche voces que venían de adentro. Hyung… ¿A dónde vas? Nadie respondió a la pregunta. Cuando sentí que alguien me cogió del brazo. Me di media vuelta. Para encontrarme con la persona que me había parado. Le mire, todavía llorando. Mis lágrimas aumentaron. El me miró con tristeza y compresión en sus ojos. Sin dudarlo, yo le abracé. No esperaba respuesta a ese acto tan repentino. Pero la obtuve. Me sorprendí. Pero no me aparte. Lloré todavía más fuerte. El me abrazó con fuerza. Diciéndome que todo estaba bien. Para mí no estaba bien. Lo abracé con fuerza y le dije que me había enamorado de él y que por ello lloraba. No tenía intención de volver a verle, no tenía nada que perder. Eso pensé. Pero el dejo abrazarme. Para mirarme a los ojos. Y me dijo. Entonces yo también. Yo también lloraré. Porque, desde ayer. Desde ayer en el concierto. Me enamoré de ti. No sabía cómo decirlo. Te lo agradezco. Y me abrazó con muchísima fuerza. Queriendo que no se acabará ese momento. Queriendo no separarnos. Pero se acabo en el momento en el que nuestros compañeros salieron del restaurante sonriendo. Uno dijo. Pero… Hyung… ¿Qué estás haciendo? Bueno. Nosotros nos vamos. Nos ha llamado Leeteuk hyung, y quiere que le presentemos a alguien. Como tú no haces caso a Puala, hemos decido presentarles. ¿Venís? O… ¿Preferís quedaros  a solas? Todos rieron a carcajadas haciendo que nosotros nos sonrojáramos. Y bueno desde allí que nosotros nos conocemos. –Creo que me he enrollado mucho…- Ya había dicho que era una historia muy larga. –Él prestador al igual que la presentadora y algunos del público, estaba llorando.-
-          Nos ha encantado escucharte. –Dijeron los dos presentadores a la vez que se secaban las lágrimas- Lo has narrado tan bien que era como si estuviésemos viviendo el momento contigo.
-          Hahaha. Si bueno, me he emocionado un poco.
-          Hahah. No, no… si has estado genial, se nota que eres escritora.
-          Gracias.
-          Y bueno. Creo que después de esta larga y emocionante historia viene otra. Porque aquí vienen otras pregunta muy esperadas por tus fans y las fans de tu novio.
-          Mmm. Claro. Adelante con las preguntas. –No quería seguir explicando cosas tan que para mí en este momento, son cosas dolorosas de recordar.-
-          ¿Sufristeis mucho durante la primera etapa de noviazgo?
-          ¿A qué te refieres?
-          Bueno. Como supongo que ya sabrás. Los noviazgos entre famosos, no es de color de rosas. Porque uno tiene que estar fuera. Y el otro, tiene que quedarse en casa esperado por su llegada. O los dos tiene que estar fuera. Es muy difícil verse muy seguido. ¿No? Él es un cantante muy famoso de un grupo. El cual hace giras muy seguido. En diferentes países. Y no es solo difícil por eso. Al menos aquí, en Corea. Salir con un famoso muy querido por sus fans, para mí es aterrador. Hahaha. Por eso te pregunto que si fue muy difícil, vuestra primera etapa de noviazgo.
-          Hahaha… Si te refieres a eso, entonces sí. Fue muy difícil y muy larga  nuestra primera etapa de noviazgo.
-          ¿Larga?
-          Sí. Para mi hace muy poco que me aceptaron como novia de él.
-          ¡Oh! Debe haber sido difícil.
-          Si…
-          ¿Podrías contarnos como de difícil fue para ti?
-          Claro. Pero es otra historia muy larga.
-          Estamos dispuestos a escucharte encantados.
-          Está bien… Pues veréis. Tres semanas después de conocernos, él y sus compañeros tenían que hacer una gira en España. Y mis compañeras y yo teníamos que regresar a España, porque yo tenía que un evento de firmas de libros, al cual tenía que asistir. Decidimos irnos. Juntos. El mismo día. En el mismo avión. Fui a su concierto en España. Primera fila. Justo en medio. Y el asistió al evento de firma de libros. Fue el primero de la fila. El primero en obtener mi firma. El y sus compañeros se quedaron en Barcelona una semana. Durante esa semana, nosotros dos nos seguimos viendo. Fue muy bonito. Pensé. Vamos… Estaba segura de que esa sería la última vez que nos veríamos. Pero después de que el volviera a Corea del Sur. Seguíamos llamándonos y haciendo video llamadas cuando podíamos. Todas las mañanas nos llamábamos para desearnos un buen día. Todas las noches nos llamábamos para contarnos todo lo que habíamos hecho durante el día. Lo único malo es que nuestros horarios nunca coincidían. Cuando en España eran las 11 de la noche allí eran las 6 de la mañana. Yo le contaba lo que me había pasado durante el día. Y le deseaba un buen día. Él me deseaba buenas noches. Y al revés. Cuando aquí en Corea era de noche, allí en España era de día. Él me contaba todo lo que le había pasado durante el día y me deseaba un buen día y yo a él buenas noches. Y así vivimos durante dos años. Nos veíamos una vez al año. Cuando él iba a hacer conciertos a España.
-          ¿No fue muy duro para vosotros?
-          Si. A veces  tenía miedo de que él pudiera dejarme por vídeo llamada, por teléfono. O aún peor. Por mensaje. Se lo conté. Y él a los pocos días apareció en mi casa. Y me pidió que me fuese a vivir con él. Y así hice.
-          ¿Y desde entonces vivís felices?
-          Por una parte sí. Pero por la otra no.
-          ¿Y eso porque?
-          Como tú dijiste antes. Las fans pueden aterradoras.
-          Hahaha. ¿Qué pasó con las fans?
-          Al hacer público, que nosotros éramos una pareja e íbamos a vivir juntos. Todas se convirtieron en mis enemigas. Las pocas fans que yo tenía en Corea se cambiaron de bando. Me lo hicieron pasar muy mal. Me perseguían. Me tiraban cosas. Incluso una vez una me agarró y llegó a pegarme. Fue algo brutal. Hahaha. Nunca me imaginé algo así.
-          Pero a pesar de eso, no lo dejaste.
-          No. Pero esa idea se me paso por la cabeza. Un año y medio, después de haber ido a vivir con él.
-          ¿Y qué pasó?
-          Bueno… Estuve a punto de dejarlo. Es más. Fui a él y estaba a punto de dejarlo.
-          Pero no lo hiciste. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
-          Él, su pasión, su amor. Todo él me hizo cambiar. Lo vi. Le dije. Jaejoong-ha. Jaejoon-ah. Y después del según Jaejoong-ha. Rompí a llorar. Él me abrazo. Mi intención era dejarlo. Pero no pude.
-          ¿Alguna vez le contaste esto a Kim Jaejoong?
-          No. Supongo que se enterara cuando el vea el programa. Hahaha.
-          ¿Y no te da miedo su reacción?
-          La verdad es que no. Porque creo que él ya sabía de mis intenciones. Porque él no me pregunto qué era lo que me pasaba cuando me puse a llorar. Él me abrazo fuerte pero dulcemente mientras me decía. Saranghae. Saranghae. Saranghae Maru-Chan. Lo repetía y lo repetía una y otra vez, mientras yo lo nombraba llorando. El también lloró. En ese momento, le dije lo contario a lo que tenía pensado decirle. Le dije que jamás le dejaría, aunque él me lo pidiese. Así que él tenía que prometerme que él jamás me dejaría. Y así hizo. En ese momento sentí que nuestro amor se hacía mucho más fuerte.  –Sin darme cuenta, rompí a llorar en ese momento. No podía parar. Mientras lo contaba mis lagrimas salían y no dejaban de derramarse.-
-          Bueno. Creo que es una historia muy triste, y me siento muy mal por hacer que nos cuetes esta historia. Pero tus fans y las de Kim Jaejoong ya han aceptado vuestra relación. Al ver que sus intentos por separaros fueron pésimos. Y no soy quien para consolarte. Porque si lo hiciera la persona que esta caminado hacia ti, no me lo perdonaría. Por favor Kim Jaejoong. Consuela a tu mujer.

Alce mi mirada, llena de lágrimas y tristeza por esos recuerdos. Y allí estaba él. Me levanté. Y cuando él se paró en frente mío. Lo abracé y llore con todas mis fuerzas. No me importo el lugar en el que estábamos. Lo abracé fuertemente y no quería soltarlo. El sonreía. Y se sonrojo. Me pidió que dejara de llorar. Pero yo no podía. El me dio un beso en la frente. Y me dijo que todo estaba bien. Eso hizo que me calmara… Como me conoce… Es increíble que con un solo beso sepa controlar mis emociones. Nos sentamos. Y el sostuvo mi mano. Estaba muy feliz de estar con él. Porque hace, para mí, una eternidad que no nos vemos.

-          Maru-Chan, estas muy feliz de ver a tu novio. ¿No es cierto?
-          Sí. Muy cierto. –Dije, aún secándome las lagrimas.
-          Kim Jaejoong ha estado de gira con DBSK. ¿Hace cuanto nos os veis? ¿Ha sido muy difícil para vosotros?
-          Hace una eternidad que no nos vemos. Estoy muy feliz de poder verla de nuevo. He estado fuera casi dos meses. Y nuestras llamadas han sido muy cortas. Ha sido muy insoportable la espera.
-          Os cuesta mucho separaros. ¿No?
-          Si, la verdad es que sí, porque me siento desprotegida si no lo tengo conmigo. Además Jiji no me quiere… hahaha. El se ríe siempre que lo digo, pero a mi pone muy triste. Ya que Jaejoong-ah la quiere mucho.
-          Jiji, es la gatita de Jaejoong. ¿No?
-          Sí. Es mi gatita. Y no es que no la quiera. Es solo que Jiji es muy celosa. Hahaha.
-          Pero yo también soy celosa. Y no tengo escusa cuando me quejo porque besas mucho a Jiji…
-          Hahaha. Mis dos mujeres son muy celosas.
-          Hahaha. Es que como hombre, no puedes tener a dos mujeres. Hahaha.
-          Ves… No soy la única que lo piensa.
-          Dejemos el tema “Jiji” que no está aquí para defenderse.
-          ¿Qué edad teníais, cuando os conocisteis?
-          El  tenía 27 y yo 25.
-          Es decir, que os lleváis 2 años.
-          Si, así es.
-          ¿Y no os te parecen muchos años?
-          La verdad es que para mí no.  A mí no me afecta la edad. A él al principio le costó mucho asimilarlo. Él siempre había pensado que se casaría con una persona de una edad cercana o igual que la suya.
-          Hablas de casarse… Es decir, ¿que tenéis pensado casaros?
-          ¿Cómo? Hahaha. No… Bueno, no lo sé. Supongo que lo hemos pensado. Pero como ya he dicho. Las cosas pasan porque pasan. Y punto. Pero… Sinceramente. Yo sería realmente, muy feliz si pudiese casarme con él.
-          ¿Y tú qué dices Jaejoong?
-          También sería muy feliz casándome con ella. Pero no puedo dejar de lado los sentimientos de Jiji… hahaha. La verdad es que llevamos ya 4 años juntos. Y creo que ya es hora de sentar cabeza. Además… Mi madre quiere que le dé nietos. Hahaha.
-          Sí. Hahaha. Su madre siempre piensa en nietos.
-          ¿Y tú no quieres tener hijos?
-          Al principio no… Era muy joven cuando me lo propuso. Supongo que ahora es momento de sentar cabeza. Y darle nietos a su madre. Yo también quisiera ver a un mini Jaejoong-ah correteando por la casa. Hahaha.
-          Os estáis poniendo muy colorados. Hahaha.
-          Sí. Jaejoong-ah está muy nervioso. Le suda la mano. Pero no me la quiere soltar. Es tan lindo. –Dije mientras le miraba con ternura. Acto que hizo que Jae se sonrojara todavía más.
-          Si… Pero ella también está nerviosa. Me sujeta la mano con fuerza.
-          Kim Jaejoong. Tú viniste al programa con un propósito. ¿No es cierto?

Miré a todo mundo sin saber de que hablaban. Mi persona especial estaba temblando. No sabía qué era lo que pasaba. Yo está muy centrada en el. Él y el presentador seguían hablando. No presté atención a la conversación. Estaba en las nubes, pensando en que Jaejoong estaba conmigo en este momento. Repentinamente. Él se puso en pie. Se paró durante unos segundos. Yo no le soltaba la mano. Me aferraba a ella. El se acomodo enfrente de mí. Se arrodillo. Y me dijo.

-          Maru-Chan… Necesito mis dos manos. –Dije que no con la cabeza.- Por favor Maru-Chan. No me iré a ningún lado. Me quedaré aquí contigo.
Me beso en la mano, y yo accedí a soltarla. Metió su mano en el bolsillo de la americana que llevaba puesta. Rebuscó. Sacó una cajita del bolsillo. Se acomodó arrodillándose ante mí. Abrió la cajita. La miró. Y me dijo.

-          Maru-Chan… No sé cómo decirte esto. Estoy muy nervioso. -Apoyó su cabeza en mis piernas. Volvió a besar mi mano.  Todo el estaba colorado y temblando. Su voz también temblaba.- Maru-Chan… -Sonrió, me derretía su sonrisa. –Maru-Chan… Maru-Chan, quieres… ¿Quieres? ¿Quieres casarte conmigo?

Mis ojos se abrieron tanto. Que por la emoción del momento pensé que se salían. Decía que sí con la cabeza mientras que mis lágrimas adornaban mi rostro. Tenía que decir algo. ¿Pero que podía decir? Estaba muy nerviosa y no podía articular palabra alguna.

-          Sí. Sí. Sí. Siiiiiii. Quiero casarme contigo. Quiero…. Quiero casarme… Contigo. Te amo.
-          Te amo.
-          Te amo.

Los dos rompimos a llorar. El lloraba apoyado en mis rodillas Y yo en su cabeza. Su pelo, es tan hermoso. Lo tocaba pensando que sería mío por siempre. Todo él, sería mío por siempre. Sacó el anillo de la cajita y me lo puso en el dedo. Susurrando que mi mano era suya para siempre. Toda yo era suya para siempre. Me sorprendí al darme cuenta de que en ese momento pensábamos lo mismo. Me beso el dedo donde él había puesto el aíllo. Yo lo bese en la frente y susurre. Te amo. Y te amaré siempre. Pase lo que pase. Jamás dejaré de amarte. Jamás. Los dos llorando. El presentador despidió el programa.

Por cierto. Paula se quedó con Leeteuk. Se casaron y tienen dos hijos. Quieren ir a por el tercero. Que fuerte. Ella decía que jamás tendría hijos. Pero ahora dice que ama ver a minis Leetuke correteando por su casa. Supongo que ahora también me traspasó su emoción.


FIN



Geovanna M. Sorrosa Parrales
10/08/2012

2 comentarios:

  1. Me encantaaa pero me a dado un sentimiento un poco triste aun que me alegro de que al final hayan acabado juntos y que se vayan a casar.
    Muchos besos, Esme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. siii la verdad es que lloré mientras lo escribía >.<

      Eliminar